Estancado en este país semi-extranjero, el hotel no lo he elegido yo, sin un apice de conocimiento sobre hosterías, pero me gustan los muros altos el recoveco que siembra mi voz y el sonido televisivo, maltratando mi hombría.
Escribo y estudio en este país semi-extranjero. Trato de tener mi dormitorio un poco ordenado porque sé que no soy el único que tiene la llave.
El primer día salgo a mis clases y vuelvo a mi cuarto por la noche: las toallas están ordenadas y cambiadas, la cama está tendida, la cortina falsa cerrada y la ventana a medio abrir. Esto es algo normal, tengo que decir. Los hoteles tienen que tener personas que acomoden los cuartos de los huéspedes. Pero yo espero que sea una mujer... Y empiezo a fijar en las huellas de trabajo, como un policía criminal, pero enamorado. Tiene que ser una mujer.
En los días posteriores siento algunos detalles: mi cepillo dental está dentro de un vaso, los vasos que lavé están secados y guardados, y el pequeño oso de peluche que ingenuamente acompaña mis viajes, ha cambiado de lugar. Debe de haberle gustado. Tiene que ser una mujer.
Las noches en mi cuarto empezaron a tener un ambiente de detalles. Sentía que una relación extraña empezó entre ella y yo, un secreto de paredes, un encuentro de dormitorio.
El domingo era mi día de descanso y los hoteles tienen la costumbre de descansar también. Me desperté temprano y empecé a navegar por Internet desde mi cama. Estaba en el laberinto informativo de Wikipedia, pasando de Adolfo Hitler a Eva Braun, y de ella a la sobrina del primo, y de ella a Nietzsche, y de Nietzsche a Wagner, y de Wagner a escuchar la cabalgata de las valkirias. Escuchaba con mis audífonos nuevos y sumergido en mis pensamientos. Y en las cabalgatas de estas guerreras, ella se apareció.
Asombrada y aterrada. Daba por hecho mi ausencia y yo la suya. Fueron dos segundos de silencio sepulcral, casi espacial. No nos dejamos de mirar. No nos hemos dejamos de recordar
2 comentarios:
Damm Vato, Un Oso de Peluche, algunos hombres compran pelotas y les ponen nobres tales como wilson, algunos mas como y cosen con hilo y ropa vieja muniecas tetricas que tienen nombres macabros, todo sea por conservar un poco la sanidad mental.
Extraniar.. la cuchilla mas afiladad de la gaveta ehh?
waaaaaaaaaaa que loko y despues y ahora??? aparte de recordasrse que palabras adornan la foto mental ahora desgastada de tanto mirar??
Publicar un comentario