martes, 13 de julio de 2010

El arte de chupar es complicado.

Felicitas menea su carita y le pone una sonrisita a su mañana. Sale del elevador con su torta de tamal en la mano ¿esa es mi secretaria? Esta tan pequeña que si no sonriera sería insignificante. Miro hacia abajo “Felicitas, que bien te alimentas”.
Y Felicitas se limpia la boca y trata de hablar, algo que entendí “si licenciado ya esta la sala preparada, todos ya llegaron, bla bla bla”
Y empieza la capacitación, a lo lejos veo a Felicitas, sigue comiendo, con mi mirada felina la interrogo ¿porqué sigues tragando? Felicitas me saluda y otra vez sonríe.
Es medio día, y el break llega. Felicitas se me pega como gato restregando, quiere que la invite a desayuna ¿tragas tanto Felicitas? Vamos por unas donas y un café para todos, pero ella agarra unas papas saladas y un chocolate ¿me lo dispara licenciado?
Casi termina el día, estos días de capacitación son muy rudos, Felicitas esta dormida en el último asiento, mis ojos de ira felina no la despiertan.
Llega mi jefe, “vamos a tomarnos un drink con un posible cliente”. Ya esta Damián (así se llama mi pedisimo jefe) vamos.
Y Felicitas brinca como si le hubieran puesto un resorte en la cola ¡yo voy! Mi ojete jefe la mira como diciendo “¿tú?”. Y me mira como diciendo ¿porqué la contrataste? Esta chaparra, esta chistosa, esta medio dormida…
Oye Damian Felicitas es super buena negociadora caray, se toma una y la llevo a su casa de volada.
Ok Cocter pero solo una.
Pinche wey mamón, me pidió que contratara una gataza para el puesto, pero Felicitas era lo mejor que encontré, claro la fachada no es muy buena pero es bien eficiente la mujer, sólo que hoy, pues no había nada importante (según yo)
Trepate al carro Felicitas. “Hay licenciado me encantan los carros rojos, pero no le da calor manejar con un carro rojo”. Por Dios Felicitas aún no estas ebria ¿por qué dices tanta puta mamada? No, cómo crees nada que ver el color.
Y llegamos, Felicitas se trepa de mi brazo como pinche monkiki “hay licenciado, esta bien bonito aquí, ha de ser bien caro, se ve toda la playa, y yo en estas fachas” No te preocupes Felicitas, nosotros no pagamos, paga la empresa… (para qué dije eso)
El cliente “chino”. Uta madre, pos yo me la rifo hablando Inglés, y en el momento pensé, ok, Felicitas se va a callar el hocico. Mis predicciones fallan. 3 tequilas y Felicitas hablaba hasta chino.
El chino bailaba salsa con Felicitas, ella se despeino y se desabotonaba la blusa, el chino le aplaudía. Damián se acerco a mí, puta madre, me van a correr.
“Cocter no se de donde te sacaste a esta hobbit , no la vuelvas a llevar a otra cita, pero por ahora que bueno que la trajiste”
Diablos…
Felicitas abre su bocota con el chino ¿has tomado mezcal mi chino?
Es casi medio día, Felicitas no ha llegado a trabajar, pero ha hecho un buen trabajo desde donde este. Han llegado los documentos para firmar el convenio con el chino.
En cuanto venga el chino afirmar, supongo que se aparecerá con Felicitas. Voy a correr a Felicitas.
He dicho, piensen lo que quieran mis estimados lectores, me vale pito.

lunes, 12 de julio de 2010

Calladita te ves más bonita

Me gustaba cuando dormía. Si estaba cansada, sólo dormía, boca abajo desnuda, sin meterse a la cama, el cabello enmarañado y cuando estaba ebria sudaba y esas supurantes gotas me excitaban.
Una tarde llovía, llegué de trabajar y la encontré de la manera que les he relatado, preocupado por no estropear el traje de obrero nice de oficina mis ojos solo la miraron unos segundos pero la imagen de sus nalgas redondas y bien paradas quedaron impresas mis pensamientos, me sacaba los zapatos empapados, y comenzaba una canción que no me agrada. La corbata se me atoro mientras la jalaba, escurriendo agua de lluvia. Quise llegar rápido al reproductor para quitar la canción. Me atoré con todo, entonces la mire. La conozco tan bien que se que sabía que yo estaba allí, frente a ella, arreglándomelas para estar cómodo, tranquilo y seco.
Cuando estuve desnudo quise estar arropado así que tome un abrigo y me lo coloqué.
Frente a ella quería agarrarla. Mis manos heladas la despertarían, ya tenía una erección considerable, se que le hubiesen gustado a sus ojos hipnóticos se me hubieran mirado, pero no hacía falta su contemplación, tremendas nalgas bien formadas, con esas piernas delgadas, que caliginosas yacían en mi cama me invitaban a ser un desconsiderado amante y manosearlas, pegarles levemente, lamerlas, escupirles, entrometerme en sus líneas. Tome mi falo y lo pase por su espalda, casi encima de ella procuré no tocarla con otra parte del cuerpo, ella en un resoplo de vida, me permitió seguir mi camino hacia su cintura delgada, que siempre me ha gustado, llegué a sus nalgas y me detuve, queriendo penetrarla pensé en la perfecta situación y elite de su cuerpo.
Penetrarla era vagamente aceptable. Mis manos aún frías no pudieron más y tome ambas nalgas tan fuerte que si no estaba despierta, juró que la desperté, pero ella no se movió, sólo sentí su piel que se estremecía, caliente recibiendo mi helado temperamento, me senté a su lado y me masturbe tocando sus nalgas. Las mordí un poco, las lamí, la tentación de hundirme en sus cavidades me afligía pero recordaba, cada que la veía con esas ropitas encantadoras, vestidos ceñidos negros, que le apretaban el cuerpo haciéndola glamurosa, esos jeans ajustados llegando hacia mí con sandalias bien escogidas donde muestra sus uñas negras bien pintaditas. Esas veces cuando vamos a cenar y te levantas para hablar por teléfono o al baño y siguiéndote noto las miradas masculinas sobre tu impetuosa cola que en ocasiones he tenido una erección viendo los ojos libidinosos de mis contrincantes, a los que desprecias pero notas. Y me pregunto ¿qué estarán pensando? Lo mismo que yo, las tremendas ganas de poner las manos y la verga en ese culo tan perfecto. Te ves tan fresa con jeans, y tan cachonda con tus vestiditos negros.
Y mientras pienso mi falo está más duro, ella no se mueve ni un milímetro, jugar a la dormida, es me gusta, entonces me dejará hacer lo mío. No tengo que seducirla, no tengo que decirle cuanto la amo, o lo deliciosa que es, o que tiene los senos como manzanas de medio kilo bien maduras y comestibles, ahora no ocupan en mi trabajo, aunque pienso ligeramente en el vaivén de sus pechos al montarme, en su boca húmeda y las mordisqueadas que le da a sus labios cuando ella se viene sus nalgas hoy son lo mejor que hay en el universo. Un dedo mío quiere distraerse y buscar su coño que supongo ya está caliente y listo, pero no debo excitarla, no podré entonces derramar mi leche en su cuerpo.
Mientras más cerca estoy de terminar mi egoísta trabajo, más pienso en ella, en su voz, pero ¡que encantadora es dormida! ¡más encantadora haciéndose la dormida!
Todas esas cosas sucias que dice, esos ojos volátiles que despiertan a cualquier hombre en su pasividad molesta de apatía por el erótismo. Quiero lamerla toda, quiero introducir mi lengua, abrir las piernas y tomarmela toda ella. Su olor, es eso lo que me hace volar, su sabor, necesito su sabor en mi boca, en mi verga pero estas nalgas.
Estas nalgas que son perfectas que han entrado a todos los concursos cada que la odio y siempre gana el primer lugar, que no te lo diré jamás porque de por si eres una mamoncita creída, pero tus nalgas tienen el primer lugar de todas las nalgas que he visto y he manoseado.
Y les pego, y tu no dices nada, brincas un poco pero calladita te ves más bonita, hoy estas preciosa mi amor. Calladita.
Y las muerdo y ahora si tienes que reaccionar. Un gemido salió de ti pero en lugar de sufrir, levantaste más el culo y eso me ha puesto mal.
Mi semen se riega entre tus nalgas, mi eco se ahoga con mi sentimiento pernicioso, todo me da vueltas, necesito un vaso de agua y me levanto.
En la cocina busco una soda que te guste. Y yo tomo agua.
La llevo a ti, pero sigues inmutada. Veo ríos blancos recorrer tu cuerpo y toco, embarro todo en ti, sigo bebiendo agua por minutos viendo como se seca en tu cuerpo y me recuerda lo feliz que era en kínder garden cuando jugaba con engrudo.