lunes, 12 de julio de 2010

Calladita te ves más bonita

Me gustaba cuando dormía. Si estaba cansada, sólo dormía, boca abajo desnuda, sin meterse a la cama, el cabello enmarañado y cuando estaba ebria sudaba y esas supurantes gotas me excitaban.
Una tarde llovía, llegué de trabajar y la encontré de la manera que les he relatado, preocupado por no estropear el traje de obrero nice de oficina mis ojos solo la miraron unos segundos pero la imagen de sus nalgas redondas y bien paradas quedaron impresas mis pensamientos, me sacaba los zapatos empapados, y comenzaba una canción que no me agrada. La corbata se me atoro mientras la jalaba, escurriendo agua de lluvia. Quise llegar rápido al reproductor para quitar la canción. Me atoré con todo, entonces la mire. La conozco tan bien que se que sabía que yo estaba allí, frente a ella, arreglándomelas para estar cómodo, tranquilo y seco.
Cuando estuve desnudo quise estar arropado así que tome un abrigo y me lo coloqué.
Frente a ella quería agarrarla. Mis manos heladas la despertarían, ya tenía una erección considerable, se que le hubiesen gustado a sus ojos hipnóticos se me hubieran mirado, pero no hacía falta su contemplación, tremendas nalgas bien formadas, con esas piernas delgadas, que caliginosas yacían en mi cama me invitaban a ser un desconsiderado amante y manosearlas, pegarles levemente, lamerlas, escupirles, entrometerme en sus líneas. Tome mi falo y lo pase por su espalda, casi encima de ella procuré no tocarla con otra parte del cuerpo, ella en un resoplo de vida, me permitió seguir mi camino hacia su cintura delgada, que siempre me ha gustado, llegué a sus nalgas y me detuve, queriendo penetrarla pensé en la perfecta situación y elite de su cuerpo.
Penetrarla era vagamente aceptable. Mis manos aún frías no pudieron más y tome ambas nalgas tan fuerte que si no estaba despierta, juró que la desperté, pero ella no se movió, sólo sentí su piel que se estremecía, caliente recibiendo mi helado temperamento, me senté a su lado y me masturbe tocando sus nalgas. Las mordí un poco, las lamí, la tentación de hundirme en sus cavidades me afligía pero recordaba, cada que la veía con esas ropitas encantadoras, vestidos ceñidos negros, que le apretaban el cuerpo haciéndola glamurosa, esos jeans ajustados llegando hacia mí con sandalias bien escogidas donde muestra sus uñas negras bien pintaditas. Esas veces cuando vamos a cenar y te levantas para hablar por teléfono o al baño y siguiéndote noto las miradas masculinas sobre tu impetuosa cola que en ocasiones he tenido una erección viendo los ojos libidinosos de mis contrincantes, a los que desprecias pero notas. Y me pregunto ¿qué estarán pensando? Lo mismo que yo, las tremendas ganas de poner las manos y la verga en ese culo tan perfecto. Te ves tan fresa con jeans, y tan cachonda con tus vestiditos negros.
Y mientras pienso mi falo está más duro, ella no se mueve ni un milímetro, jugar a la dormida, es me gusta, entonces me dejará hacer lo mío. No tengo que seducirla, no tengo que decirle cuanto la amo, o lo deliciosa que es, o que tiene los senos como manzanas de medio kilo bien maduras y comestibles, ahora no ocupan en mi trabajo, aunque pienso ligeramente en el vaivén de sus pechos al montarme, en su boca húmeda y las mordisqueadas que le da a sus labios cuando ella se viene sus nalgas hoy son lo mejor que hay en el universo. Un dedo mío quiere distraerse y buscar su coño que supongo ya está caliente y listo, pero no debo excitarla, no podré entonces derramar mi leche en su cuerpo.
Mientras más cerca estoy de terminar mi egoísta trabajo, más pienso en ella, en su voz, pero ¡que encantadora es dormida! ¡más encantadora haciéndose la dormida!
Todas esas cosas sucias que dice, esos ojos volátiles que despiertan a cualquier hombre en su pasividad molesta de apatía por el erótismo. Quiero lamerla toda, quiero introducir mi lengua, abrir las piernas y tomarmela toda ella. Su olor, es eso lo que me hace volar, su sabor, necesito su sabor en mi boca, en mi verga pero estas nalgas.
Estas nalgas que son perfectas que han entrado a todos los concursos cada que la odio y siempre gana el primer lugar, que no te lo diré jamás porque de por si eres una mamoncita creída, pero tus nalgas tienen el primer lugar de todas las nalgas que he visto y he manoseado.
Y les pego, y tu no dices nada, brincas un poco pero calladita te ves más bonita, hoy estas preciosa mi amor. Calladita.
Y las muerdo y ahora si tienes que reaccionar. Un gemido salió de ti pero en lugar de sufrir, levantaste más el culo y eso me ha puesto mal.
Mi semen se riega entre tus nalgas, mi eco se ahoga con mi sentimiento pernicioso, todo me da vueltas, necesito un vaso de agua y me levanto.
En la cocina busco una soda que te guste. Y yo tomo agua.
La llevo a ti, pero sigues inmutada. Veo ríos blancos recorrer tu cuerpo y toco, embarro todo en ti, sigo bebiendo agua por minutos viendo como se seca en tu cuerpo y me recuerda lo feliz que era en kínder garden cuando jugaba con engrudo.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

jeje si muy bueno...

creo q es de los mejores que has hecho.

Agnes Milk dijo...

Me ha gustado mucho.
Mucho, lo que escribes.
jaja, lo que haces también.

Ya ves cuando le pones ganas
que bonito lo haces.

Escribir... escribir my lord cat

Tu admiradora de Day dijo...

Tienes aires de poeta caliente, aunque al final me parece como cualquier otra guarrada pero dicha con bonitas palabras...

Unknown dijo...

buenisismo!!!!
a¿wow transmitites las imagenes y el sentimieto de poserla cuando se hace la dormida!! :D
bien bien

.. Âtipik Fräulein.. dijo...

hooo Marcos, ahora si te luciste, muy bueno; hasta me dieron ganas de ir ha; ahorita regreso jeje

.. Âtipik Fräulein.. dijo...

hooo Marcos, ahora si te luciste, muy bueno; hasta me dieron ganas de ir ha; ahorita regreso jeje

Muttercită dijo...

wow!! muy bueno!!
lo del kinder no entendí jaja

yo suelo hacerme la dormida también n.n